Horas y horas de debates, charlas entre amigxs, reels, para responderme esa pregunta. No es que me torture ni mucho menos, sólo me intriga, me genera curiosidad….. ¿Somos siempre consientes de todas nuestras acciones? o algunos movientos se nos escapan de la razón a través de una fuerza superior incontrolable que emana desde adentro de nuestro ser como un volcán en erupción que no controla ni cómo, ni cúando? (¿Fue mucho?, perdón.)

Cortazar escribió un pasaje hermoso en su libro Rayuela: “Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.” Es la descripción más cercana a lo que denominamos “crush” (que no es la bebida gaseosa) o “flechazo” o “amor a primera vista” y de tantas otras formas.

Aclarar en principio lo que todxs sabemos: hay diferentes momentos en este proceso llamado AMOR. La psicología cataloga a estas etapas en:

  • Fase 1: El enamoramiento. …
  • Fase 2: Pequeños enfrentamientos. …
  • Fase 3: Oposiciones. …
  • Fase 4: Balance. …
  • Fase 5: Confianza y seguridad.

Pero en principio la pregunta sería esa… ¿Podemos elegir ese primer momento, ese flechazo, ese “enamoramiento”?

Creo que la respuesta del llamado crush está en cuando unx intenta describir para otrxs o para unx mismx por qué sentimos esas sensaciones por tal persona y no por otra. En el detalle de esa descripción se encuentran encerradas características prácticas y sensitivas que ya serían la primera respuesta de lo que para mí es una búsqueda consciente. Estoy afirmando entonces que el flechazo ya no es un evento azaroso, sino más bien una situación que cuenta con características para que eso suceda y son momentos a los que estamos inmersxs por el siemple hecho de vivir en sociedad.

Retomando: podemos hablar de que nos atrajo tal persona por características físicas, por su escala de valores y sus rasgos psicológicos. Entonces alguien podría llamarnos la atención porque es tiernx, dulce, atentx, cariñoso, porque sabe cocinar, tocar la guitarra, hablar de tal deporte, porque es altx, tiene el pelo castaño, etc

Me parece que en este primer momento no queremos asumir que estamos eligiendo concientemente.

Es más fácil no buscar la explicación de esa atracción, de ese flechazo, de ese torbellino de emociones, que está sucediendo en ese instante. No queremos arruinar todo y ponernos a pensar por qué él/ella y no otrx… porque sería un chau al momento del coqueteo.

Preferimos creer en que la magia divina y que el universo nos puso este ser delante de nosotrxs para olvidarnos del por qué estamos sintiendo esto por alguien que no conocemos. Luego, con el paso del tiempo, vendrán esos análisis más profundos donde empezamos a pensar un poco más sobre las bases que tenemos (o nos impusieron) para emprender la búsqueda y conectar con un/a compañerx. Creo que el razonamiento sobre nuestro crush no demora en aparecer y es siempre nuestra elección acallarlo (para seguir confiando en el universo) porque la otra opción sería darle un espacio al espíritu crítico que llevamos dentro o bien podríamos dejar que ambas opciones convivan en el mismo espacio y tiempo. Me parece importante destacar en este momento del relato que ningún vínculo es perfecto por dos razones fundamentales: somos seres complejos, y lo seremos aún más en interacción con otrxs.

Y como para ir terminando creo que la atracción por otra persona es un cóctel hermoso que tiene un poco de nivel conciente y otro poco del deseo por esa magia que nos produce el hecho de dejarnos conquistar, de gustar, que viene desde lo más primitivo de nuestra existencia a la explotación máxima de nuestras capacidades por lograr nuestros objetivos. Considero ese momento de atracción como una experiencia que se transita con un poco de ingenuidad y un poco de cálculo matemático/científico. Me parece acertivo citar al grande de Alejandro Dolina quien en uno de sus programas radiales reflexiona: “No podemos ir a ver una obra de teatro, una película, un partido de fútbol sin incredulidad. Coleridge decía que para disfrutar el fenómeno artístico hay que tener fe poética y suspender la incredulidad. No sería disfrutable, gozoso, ir a ver una obra de teatro y pensar que no me afecta el tipo que acaba de morir porque total el tipo en realidad no murió y cuando toda la obra acabe los actores irán a comer una pizza todxs juntxs”.

Al fin y al cabo no podemos vivir un momento de seducción racionalizando cada detalle, se perdería la emoción, pero si nos dejamos caer en un sueño divino de emociones tal vez no tengamos otra alternativa mas que aprender de la propia experiencia basada en nuestras propias deciones.


3 Comentarios

Beluuuu · 17 febrero, 2024 en 10:47 am

Cuanta verdad, logica, razonamiento coherencia y amor en esas palabras!!!! Te admiro reinaaaaaa !!!!!!!

Paula · 17 febrero, 2024 en 12:11 pm

Me encantó! Aporta más preguntas al enigma del amor! 💖

Silvana · 18 febrero, 2024 en 12:56 pm

Que reflexivo! Nos invita a pensar en la complejidad misma de la vida! Yo creo que en esa necesidad de creer q el enamoramiento es magia, hay mucho de romanticismo de ficción! Pero lo cierto es que llegamos a ese flechazo movidos por una suma de causalidades, inconscientes. Gracias por esta invitación a pensar-nos!

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